viernes, 14 de enero de 2011

Como la mujer de Lot


Humanos como somos, tendemos por error, a mirar la paja en el ojo ajeno como si de algo sencillo se tratase. Y probablemente así es en algún caso particular pues, como individuos, adolecemos de cosas distintas. Siendo así, lo complicado para unos, es un juego de niños para otros, sin un orden o escala de dificultad.

No voltear a mirar lo que se dejó atrás, sea el motivo que sea por el que se haya dado el paso, puede que para algunos sea una etapa más en la vida y proceden solo a continuar. De hecho, es lo correcto, es lo debido. Para otros empero, aunque no sea una misión imposible, es algo que requiere más tiempo.

En todo caso, no debe confundirse la dificultad de pasar al siguiente nivel, con el deseo de regresar al punto anterior. Son dos cosas muy distintas y solo quien está en esa situación, sabe exactamente lo que desea hacer, sea con o sin complicaciones.

Al final, lo importante es no hacer como aquella mentada mujer que, en su deseo interno de continuar en aquel espacio/tiempo ocupado, volteó con anhelo en su corazón y miró, sellando así su salado destino.

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