Es más peligroso conducir bajo la influencia de los mensajes de texto que del alcohol. Aunque eso no quiere decir que es más seguro beber, es evidente los peligros de conducir y tratar de manipular un teléfono móvil, al mismo tiempo.
Y me confieso culpable de hacerlo también. A todas luces, es un acto de irresponsabilidad, y las leyes que existen para penar tal actitud, deben ser aplicadas correctamente. Es un asunto muy serio; posiblemente de vida o muerte. Vidas, por cierto, que ponemos en riesgo: la de los peatones y pasajeros de otros vehículos.
Entonces, si deseamos evitar algo más que un mensaje de texto mal escrito, ya sabemos lo que hay que hacer. O mejor dicho, no hacer.
Entonces, si deseamos evitar algo más que un mensaje de texto mal escrito, ya sabemos lo que hay que hacer. O mejor dicho, no hacer.
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