jueves, 3 de septiembre de 2015

Nadin



Marcaste a todos los que estuvimos cerca de ti.  Te quisimos, te odiamos y te querremos y odiaremos por todo lo que pasamos contigo, cerca o desde lejos.  Uniste a mucha gente, hiciste equipos de trabajo maravillosos, los cuales hoy en día siguen en pie.

Eras un paranoico, eras un visionario, eras un egoísta, eras un tipo especial.  Tenías razón muchas veces, en el qué, pero no en el cómo.  Se te puede acusar de cualquier cosa, menos de no ser original.  Eras tú, sin copiar a nadie.

Tu muerte no estaba en el presupuesto, pensé que tendrías una vida más larga (pensé que yo sería quien te mataría).  Hoy es un día triste.  Hoy es un día muy triste. Un día que no pensé que llegaría.

Me diste la oportunidad de crecer, casi sin querer.  No fue tanto lo que me diste, sino lo que me permitiste tomar.  Me pusiste en el sitio correcto, en el momento correcto.

Quienes te conocimos, quienes te quisimos, quienes te odiamos, siempre te admiraremos y te extrañaremos.  Tú jamás serás olvidado.  Tú teoría del caos, mal aplicada y siempre en mal momento, funcionó.

Si me preguntan a mi, si repetiría la experiencia de compartir de nuevo contigo, sin duda alguna, la respuesta es SI. Y estoy seguro que casi todos los que trabajaron contigo dirán también lo mismo

Gracias por todo querido loco.  Descansa.