Marcaste a todos los que estuvimos cerca de ti. Te quisimos, te odiamos y te querremos y
odiaremos por todo lo que pasamos contigo, cerca o desde lejos. Uniste a mucha gente, hiciste equipos de
trabajo maravillosos, los cuales hoy en día siguen en pie.
Eras un paranoico, eras un visionario, eras un egoísta, eras un tipo
especial. Tenías razón muchas veces, en
el qué, pero no en el cómo. Se te puede
acusar de cualquier cosa, menos de no ser original. Eras tú, sin copiar a nadie.
Tu muerte no
estaba en el presupuesto, pensé que tendrías una vida más larga (pensé que yo
sería quien te mataría). Hoy es un día
triste. Hoy es un día muy triste. Un día
que no pensé que llegaría.
Me diste la
oportunidad de crecer, casi sin querer.
No fue tanto lo que me diste, sino lo que me permitiste tomar. Me pusiste en el sitio correcto, en el
momento correcto.
Quienes te
conocimos, quienes te quisimos, quienes te odiamos, siempre te admiraremos y te
extrañaremos. Tú jamás serás
olvidado. Tú teoría del caos, mal
aplicada y siempre en mal momento, funcionó.
Si me preguntan a
mi, si repetiría la experiencia de compartir de nuevo contigo, sin duda alguna,
la respuesta es SI. Y estoy seguro que casi todos los que trabajaron contigo
dirán también lo mismo
Gracias por todo
querido loco. Descansa.
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