Desde hace algunos años ya, no se veía algo como esto. Desde aquella épica guerra entre el extinto navegador Netscape contra Internet Explorer, o Microsoft contra Sun Microsystems (por JAVA, para ser exactos), por mencionar solo un par, no se veía en el horizonte un conflicto en vías de formación. Pero no es David Contra Goliat. No, esta vez es Goliat contra Goliat.
Y es que resulta que casi no quedan páginas Web sin el tan útil y casi indispensable Adobe Flash. A pesar de que se sabe desde siempre de su inestabilidad y de su inseguridad, no ha existido una alternativa que mueva a los diseñadores y programadores, a cambiar su estándar. Microsoft Silverlight asomó el rostro hace un tiempo ya, pero no ha despegado (en lo personal no me provoca ninguna sensación su existencia), pero no hay que descuidarse, después de todo hablamos de Microsoft.
Pero el detonante de este conflicto, ha sido Apple. Su irrevocable negativa a incluir el plugin de Flash para el iPhone y el iPad, así como la opinión de Steve Jobs, CEO de Apple, donde se expresó diciendo que Flash es “lento”, “consume la batería, no está preparado para los dispositivos touchscreen y enfrenta problemas de seguridad”. Allí es donde Microsoft, oliendo la sangre, se ha puesto del lado de Apple.
¿Y ahora? Ahora hay cada vez más voces que indican que HTML5 es capaz de reemplazar en el tiempo a Flash. Esto no es algo que veamos de un día para otro. Sería una migración que duraría años. Todavía es algo que está por ocurrir. Si Adobe es capaz a corto plazo de mejorar la plataforma Flash (cosa nada fácil), entonces es posible que siga siendo estándar por un período de tiempo más, o que comparta una buena cuota de mercado con otra herramienta de similar utilidad. Pero si no es así, entonces veremos, una vez más, la caída de un gigante y el posible surgimiento de otro. Es cuestión de mantener los ojos abiertos y ver la evolución de la web.
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