sábado, 5 de junio de 2010

Cosas que pasan II

Pues iba por la Autopista Francisco Fajardo, no muy lejos de la entrada a la Carretera Panamericana, cuando pude observar una grúa, llevando a este desafortunado camión, que probablemente también tuvo un desafortunado chofer.

¿Que ocurriría?, ¿Fue una falla mecánica, o humana?, ¿Fue imprudencia, o algo fortuito? Lo cierto es, que lo único que hace falta para que ocurra un evento inesperado, es que se unan un par de variables adversas y luego el efecto dominó es inevitable.

Se puede ser cauteloso, tomando todas las medidas de seguridad necesarias para "minimizar" el riesgo, jamás para eliminarlo del todo.

No se trata de Azar. Podemos hacer las cosas de la mejor manera y prepararnos como el mejor, sin obtener la victoria. Variables, variables, variables.

Con todo, siempre es mejor estar en juego aunque la mano no sea la deseada. Siempre es mejor poder estar capacitados para correr riesgos que simplemente esperar a que no ocurra nada. Existe una certera posibilidad de terminar aplastados como el camioncito acá presente. Es el precio de estar vivos y se quiera o no, hay que pagarlo.

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